EN EL PARAÍSO DEL CAFÉ

Villa Rica, que buen lugar! Cuando llegas, te quedas enamorado de los bonitos paisajes, la calidez de su gente, el alocado clima y por supuesto, como no, del rico café.
Con nuestro pequeño sueño de compartir experiencias y sobre todo aprender y difundir conocimientos, llevamos ya más de una semana por estas tierras, las cuales cuando empiezas a conocer te introducen en un estado de clarividencia o de confusión, todavía no lo tengo claro, que a lo menos te lleva a replantearte varios aspectos de la vida.
Villa Rica, debido a su fuerte energía cósmica o simplemente a la casualidad, ha conseguido reunir múltiples “personajes” (entiéndase como personas excepcionales), mentes privilegiadas que nos están  encauzando por este camino de comprensión.  Puedes encontrar en esta bonita ciudad, músicos, pintores, filósofos, ecologistas empedernidos, místicos de la naturaleza, maestros de ciencias desconocidas y sobre todo supervivientes amantes de la vida.
Una de estas personas nos está acogiendo en su casa, desde el primer momento ha apoyado nuestra causa y cree que tenemos el poder para realizar buenos cambios en Villa Rica, lo cual no sé si será posible, pero lo cierto es que nos estamos esforzando.
La energicleta está teniendo una gran acogida, nos está dejando bastante eclipsados,  tanto a niños como a adultos les parece una gran idea y ya hemos fabricado la “energicleta II” y la “molicleta”, (que despulpa los granos de café), los cuales se quedarán en Villa Rica mostrando que el acceso a la energía de forma casera es posible.     

Algo que hemos aprendido y creo necesario compartir es que definitivamente, aunque intenten hacernos creer lo contrario o pensemos en otro final quizás más feliz, es que la agricultura orgánica (realmente orgánica), se practica cuando uno ama a la tierra, cuando cree que no hay otra forma de cultivar y sabe que debe rendir culto a la pachamama; no es una forma de cultivar, es una manera de vivir, es una forma de pensar, es un sentimiento que aflora y al que uno dedica su vida. En el mundo que vivimos, lamentablemente, no hay lugar para que este tipo de agricultura sea retribuido como se merece, para que estas personas puedan tener una vida digna intercambiando los productos que tanto aman.
En Villa Rica puedes encontrar grandes ejemplos y entender muchas cosas difíciles de expresar en mi pésima redacción                ; pero si quieres vivir la experiencia te recomiendo enormemente conocer a Felipe Mori (Su bosque ecológico tiene más de 20 años), Pascal (un suizo muy hablador y con ganas de compartir), Fernando Gianella (que con su edad, por fin está cumpliendo su sueño y necesita apoyo para emprenderlo).

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